Hoy, avanzado ya el Tiempo de la Navidad, debemos decir que este tiempo no es sólo para considerar el nacimiento de un hijo, sino también el nacer de la familia necesaria para ese hijo.
En efecto, la grandeza de la Persona de Jesús que nace no puede verse separada de la excelencia de su FAMILIA, la que construyeron sus padres María y José.
La Navidad, al mismo tiempo que nos habla de la gran dignidad de un niño que nace, ensalza también a la madre y al padre del niño, quienes juntos deben lograr responder sin falta a esta misión de construir un hogar protegido, y lleno de todo el amor necesario para su hijo, respondiendo a todas las necesidades de éste.
Pongamos bajo la luz que sale de la Sagrada Familia a nuestras Familias, y veamos dónde están los errores que como padres, como madres o como adultos cometemos hacia los niños.
Mucho vamos a seguir publicando sobre este tema, pero hoy sólo vamos a traerles tres puntos de la familia donde Jesús Nació:
1) Libertad en las decisiones sobre el niño: José y María tomaron las decisiones libremente, de aceptar al niño e irse juntos y solos para Belén, con independencia del qué dirán o de lo que podían opinar otros, aun sus propios padres, familiares y amigos.
2) Responsabilidad: Ambos padres no esperaron que existiera una holgura económica, ni la aprobación de la sociedad o de las normas políticas, para hacerse cargo de ese hijo que Dios puso en sus manos. Ellos no cedieron a su papel de madres y padres.
3) Compromiso: La llegada de ese niño a sus vidas les confirió una misión irremplazable, donde juntos tenían que enfrentar la que fuera y moverse, con vistas a cuidar bien, hacer crecer, enseñar y acompañar a ese hijo hasta su edad adulta e incluso hasta su muerte, y más allá de su muerte.
Hermanos, en la Navidad, donde lo que se quiere y se espera es la unión familiar, a veces se pierde de vista el verdadero sentido de ésta; y es entonces cuando más se pueden manifestar las diferencias, los desencuentros y hasta llegan a darse divisiones.
Pero no perdamos de vista que la pauta de la Navidad la da el Niño que nace, que crece sin cesar cada día, que necesita constantemente ser protegido y feliz; pero Dios no le ha dado a nadie más que a su madre y a su padre, con un sello de exclusividad, para ser los primeros responsables de que esta dicha suceda para el niño.
¡Los niños nacen inocentes para que los padres se hagan responsables!
Feliz Navidad y Felices Familias nuevas que nacen cuando un nuevo niño nace.
SAGRADA FAMILIA DE JESÚS
¡RUEGA POR NUESTRAS FAMILIAS!
Abrazos
Alberto / Sara
Y Comunidad de Familias Ámense