En este día de la mujer, alejado de todo tinte ideológico, comparto hoy un hecho real que he vivido y vivo aún, el cual confirma mi convicción de que La Mujer es el broche de oro de la Creación:
Ella nació desde mis más profundos sueños,
desde mis más hondas necesidades,
Como una efusión de luz, de ternura, de admiración y libertad.
Ella quedaba como dormida,
en el ocultamiento de mi total hombría,
y mi realización.
Yo era célibe por decisión y renuncié a todas
y, sin darme cuenta,
la reprimía a ella, con todas las demás.
Pero ella era intacta en mí; como un arquetipo de mí mismo.
Necesaria como mis ojos, mis piernas, mis manos,
mis entrañas, mi vida.
Un arquetipo de belleza irresistible, de esperanza segura,
de maravillosa atracción, presencia y compañía.
Ella es la superación de mi ser hijo, en mi ser hombre,
de mi ser “libre” en ser esposo.
Está en ella la satisfacción completa de mi ser,
carne de mi carne, huesos de mis huesos.
Empoderada ella en mí y yo en ella,
es más que la mujer,
Es el ser sin igual, verdadero y concreto,
que yo amo y que me ama,
simplemente, mi mujer.
Alberto Barrios, no sin mi Sara
8 de Marzo, 2023