Es un domingo aquí muy nublado y lluvioso, aguaceros sorprenden y fuertes brizas aparecen. Podemos sentir que muchas cosas en las que estamos muy ocupados dejan de tener importancia, y puede aparecer un vacío de sentido, y hasta una vaga tristeza… Pero ¡Atiende!, pues hay un llamado para ti hoy.
No todos los años tenemos una tan especial coincidencia. Se unen tres festividades un mismo día, y las tres ubican su sentido en la raíz de la Vida Humana:
- Día de las Madres, donde se agolpan las exigencias externas del “quedar bien” con las madres, y los sentimientos más hondos de nuestro ser que brotan al conmemorar aquella que nos dio la vida, en cuyo vientre se engendró y se formó quien somos hoy.
- Día de la Virgen de Fátima, quien hizo su manifestación maternal, hace cien años, a través de tres niños, “los pastorcitos”, con avisos y mensajes de cambio, para todos sus hijos.
- Día de la Ascensión del Señor, donde El partió, subió y creció su poderío junto al Padre, no sin dejar un camino de salvación trazado, al padecer, morir y resucitar; y dejó a su Madre, llena de dolor, pero luego Ella se quedó para ser la Madre espiritual, que nos libera siempre de extravíos y peligros.
Atendamos a este mensaje: En la vida podemos encontrar muchas adversidades, que se oponen a nuestra felicidad, confusiones, desvíos y hasta desgracias nos pueden ocurrir… pero nuestro destino de ser felices y plenos, lo elegimos nosotros, al poder conocernos, superarnos y crecer, como Jesús, con el Amor maternal de María.
¡Feliz día de las Madres!
¡Ámense!
Alberto y Sara
Miami/Dade
Mayo 13, 2018