VOZ DE ÁMENSE®,
Hoy celebramos propiamente el día de la Hispanidad. Es el 12 de octubre, el Día de la Fiesta Nacional de España; pues se conmemoran dos hechos: - el descubrimiento de América por el navegante Cristóbal Colón en el año 1492, lo cual llevó a una amplia expansión de la cultura hispana a toda América y, - La Fiesta de la Patrona de España: Nuestra Señora del Pilar.
Celebrar la Hispanidad pudiera ser empobrecido si se ve como algo desgajado de su realidad histórica. En USA actualmente, por ejemplo, hay una marcada mirada al fenómeno de la creciente inmigración hispana, la cual, en las últimas décadas, se ha venido pintando, desde los medios televisivos y radiales, con tonos ideológicos y con un impulso sociopolítico cuestionable, que le puede restar autenticidad a lo que han sido las emigraciones espontáneas, que han ocurrido a través de la historia.
Nos referimos a movimientos migratorios naturales, que se van dando, desde las decisiones de familias valerosas, en busca de una mayor libertad, y para la protección y realización de sus legítimas aspiraciones. Así fue, por ejemplo, la de nuestros abuelos y bisabuelos, que hace que hoy podamos tener la ciudadanía española, además de la norteamericana, ya que perdimos la de nuestro país de nacimiento, del cual salimos amenazados y expulsados sin un motivo justo.
Pero España celebra justamente hoy a su Patrona: La Virgen del Pilar. Y esto no es casualidad, tiene que ver con la centralidad que tiene LA FE judeocristiana en la integración de nuestra cultura hispana. Fe que nos ayuda a sanar y resurgir.
Fue extremadamente emotivo y sanador el participar el pasado Domingo al singular concierto, donde el arte musical hispano se expresó con extraordinaria calidad y deleite, ofreciendo un espectáculo que transmite - en especial a través de la Zarzuela- la vida, la ebullición de las calles, las plazas, los barrios, los paseos, los amores y desamores, los valores de una cultura que parecen hoy desconocidos y sepultados por nuevas generaciones.
Pudimos quedar arrobados allí, en el momento del cierre del primer tiempo del Concierto – para nosotros Cumbre- ante un extraordinario Ave María integrado con La Salve, interpretado por una explosión musical de todo: la orquesta, el gran coro, la soprano, las bailarinas, las imágenes de apoyo... ¡Espectacular y único! Fue así como reinó Ella, muy suave y naturalmente, sin religiosidades, sin ser impuesta, como parte fundamental de la Hispanidad, bajo el título de la Nuestra Señora del Pilar.
Hoy es su día y vale la pena ofrecerles esta reflexión a la Luz de nuestra Instrucción Ámense. Partamos del nombre: ¿Por qué del Pilar? Es simple, diríamos, pues ella se apareció sobre un pilar, sin embargo, hay que considerar con detenimiento por qué. ¿Qué significado tiene este Nombre, el cual ha quedado para identificar a la Patrona de la Hispanidad?
¿Qué es un Pilar? Bueno, es una columna, pero no cualquiera. Pilares son aquellas columnas que permiten edificar más alto, apoyado en ellas, con toda seguridad; pues esas son muy sólidas y están conectadas directamente a los CIMIENTOS, están casi fundidas con los cimientos, como si fueran una prolongación de éstos.
Y es que Ella, La Virgen, vivió y creció cimentada en la FE, desde su Concepción, sin ningún daño ni grieta, creció como niña y se hizo mujer manteniendo esa PUREZA del SOPLO básico, original, a través de la constante CARIDAD, una Caridad tan perfecta que le permitió asumir el ser la Madre de Dios hecho hombre. Esa Caridad brilló de forma increíble junto a José y permitió que JUNTOS, acogieran a Jesús, se pusieran en camino, venciendo todos los obstáculos, necesidades, agresiones y persecuciones... tuvieron que emigrar a Egipto, impulsados por una revelación, debido a los crímenes del Rey para matar al niño.
Ellos lograron mantenerse siempre sobre LOS PILARES que el Creador puso en la Vida, y lograron ser libres para verter su autoridad materna y paterna en cuidar, enseñar, educar, y acompañar, nada menos que a Jesús, en cada necesidad de su cada día, hasta hacerlo adulto y dejarlo listo para hacer la Misión que hizo, centrada sólo en el Amor, no en el dinero, ni en el poder, ni en la Fama (las falsas columnas o anti-pilares).
Ellos, Juntos con Jesús, son La Familia modelo, que enseña el camino e inspira las bases de una nueva comprensión de nuestra identidad ofrecida en La Instrucción Ámense®, que nosotros aprendimos, bajo Su Guía, tan activa en abrir nuevos caminos, ajustados a los nuevos tiempos, que nos lleva a ver, cómo se hace para mantener la integridad, en medio de tantas contrariedades, esfuerzos y agresiones. Ahora, junto a Jesús, asunta en Gloria, Ella, -la Madre de la FE, y de la CARIDAD- es la que nos da la ESPERANZA segura, del triunfo sobre el mal.
Es así como los pilares de la verdadera Hispanidad deben identificarse y ponerse en la base de la reedificación de nuestras familias hoy muy agredidas y dañadas. Ámense® enseña esos fundamentos, las fuentes que nos hacen vivir, y las fronteras de nuestra libertad.
¿Y Ud. hispano, qué cree de esta realidad? ¿La siente en lo profundo de su propia identidad?