Queridos en Ámense:
Hoy día, en que las realidades de la vida de la persona humana se encuentran relativizadas dentro de todo lo demás y que, se trata de minimizar los esfuerzos, incluso dentro de la forma de comunicarnos nuestros afectos, llevando conceptos tan profundos como el de la Paternidad al envío de felicitaciones de imágenes, fotos, y adornos bellos, sin palabras propias; nos damos cuenta de que se está haciendo un vivo esfuerzo por no perder esa tendencia a celebrar lo celebrable, a no perder la esencia de lo bello y verdadero, sin embargo, queda en la simplicidad, atrapado en una imagen que incluso no sale de manera directa de la persona que la envía, y no pocas veces lejana en gustos y preferencias de la persona que lo recibe; pero se mantiene la esencia y la tradición y estos mensajitos muestran una necesidad casi desesperada de rescatar lo esencial y tratar de que no se esfume.
En Ámense mantenemos la tendencia de nuestra esencia, nuestra razón de ser y de existir como Instrucción básica de vida y es que “sacamos el zumo” completo, no dejamos de enseñar, de hacer las críticas que son necesarias para la reflexión y el análisis, para que la vida no se pierda en banalidades y superficialidades, en “lo positivo” a veces hasta vacío, en la repetición de lo mismo para todo; sino que en cada espacio vital, cada cual sepa y acepte el sentido de lo que vale, no por lo externo, por lo que brilla, no por lo que se ve afuera, sino por ESO especial que se mueve dentro, y que hace que estemos vivos como seres humanos.
La paternidad como sello de la vida junto a la maternidad, ha ido perdiendo su esencia, su integralidad, y dando paso a muchas otras posibilidades que tratan de desplazar su verdadero valor. Sí, porque la paternidad no necesariamente tiene su esencia en haber formado parte de un acto donde se hayan unido elementos biológicos entre un hombre y una mujer, no, la paternidad no es sólo eso, es mucho más, es cuando el hombre se convierte en padre, en ese alguien escogido por Dios, para llevar al mundo la vida creada, acogiéndola, educándola, acompañándola, guiándola hacia un vuelo de libertad responsable, que lo supera y trasciende, en el progreso de la humanidad.
Por eso la paternidad efectiva y real, cobra el mayor sentido cuando una vida humana es ayudada a hacerse, y el padre que ejerce su paternidad, lleva esta realidad no sólo durante toda la vida de sus hijos, sino durante toda su propia vida también, incluso después de su muerte. El que cría, el que forma, el que aprende de los errores y enseña la sabiduría, el que nutre y edifica, ése es el que ejerce su paternidad, aunque no haya sido partícipe de la vida biológica de sus hijos.
Pero ¡atención! esta paternidad será plenamente bendecida, cuando está integrada a la maternidad. Cuando una pareja se une con lazos de intereses, de desvíos, de acuerdos inconsistentes, con resentimientos y desamor; entonces será muy difícil, por bueno que sea el padre, el ejercer una satisfactoria paternidad. Sólo cuando el amor verdadero une a la relación de pareja, es que se dan los mejores frutos; ya sean frutos de hijos, de proyectos de vida, de logros, éxitos, emprendimientos… todo lo que sale de un hombre verdadero y crecido en el amor, tendrá buenos frutos y, éste podrá respirar en paz con una misión de vida ganada y bendecida.
¡Feliz día de los Padres! para aquellos que dieron vida bilógica o no, y que supieron ejercer su paternidad; felicidades a los que, nutridos por la conexión con el orden creado, supieron “llevar sus frutos” por este mundo con sabiduría y amor, felicidades a los padres que ya partieron a la vida eterna y que se mantienen en las vidas de sus hijos, especial reconocimiento a mi padre Armando Mateo (de Sara), que cumplió hace dos días 17 años de partir, y que dejó una estela de sabiduría y enseñanzas a sus cuatro hijos, y a muchos que recibieron de manera directa su sabia autoridad en el amor.
Felicidades al padre de Ámense, Alberto, a quien su hijo, Víctor Manuel, nombró Abba y que de forma espontánea se ha transmitido a los demás, que ha sabido ejercer una paternidad con una entrega inigualable de su vida toda a esa misión en Ámense y con una historia larga, para su edad, del ejercicio de su paternidad a muchos que ya son padres y hasta abuelos.
Entendamos todos, de una vez y por todas, que la esencia de la paternidad está en Dios Padre Creador del hombre y la mujer a su imagen y semejanza para que “Juntos dominen al mundo”
Abrazos,
Sara Mateo, no sin mi Alberto
Fundadores de Ámense®
Junio 18, 2021
A continuación, les dejamos enlaces de La Voz de Ámense en Telegram, con escritos de algunos de los miembros de nuestra Comunidad Ámense inspirados en las Lecturas de la Misa de hoy. Para los que deseen leer y disfrutar más.
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