¡Cuánto hubiera querido quedarme con las ilusiones del brillante discurso de Obama! Pero luego que pasó la primera emoción; ¡cuánto lo siento!, caí en la realidad! Llama la atención la capacidad de cautivar que tiene este mandatario, llega a hacer pucheros empleando recursos poéticos, y hasta llorisquear, tocando puntos emocionales que llegan a sacar lágrimas en sus oyentes. ¡Y cómo juega con argumentos!, ... leer más